lunes, 14 de marzo de 2011

La reforma fiscal nini de Manlio Fabio Beltrones

Alguien le tomó  el pelo al senador Manlio Fabio Beltrones y lo hizo creer que tenía en sus manos una maravillosa reforma fiscal que el senador se ha encargado de empujar con todo su poder.
El problema es que la reforma fiscal de Manlio es en realidad un mamotreto que ni recauda más, ni simplifica el esquema, ni combate la evasión, ni estimula a la economía.
La reforma presentada por el senador Beltrones tiene muchos, muchos defectos:
Para empezar, baja la recaudación; es decir, reduce los ingresos para el gobierno, lo cual es una malísima noticia porque México necesita una reforma fiscal que, entre sus propósitos, esté el de aumentar la recaudación.
Hasta Hillary Clinton sabe que México es uno de los países con menor recaudación del mundo, 10.5% del PIB este año, apenas por encima de lo recauda Haití y la Reforma Manlio  reduce la recaudación.
Cálculos preliminares indican que bajar el ISR a 25% y eliminar el IETU reducirá los ingresos públicos en alrededor de 100 mil millones de pesos a los que habría que sumarle la caída en la recaudación del IVA al reducir el impuesto a 13% después de la devolución.
Por otra parte, eliminar el IETU sin corregir los huecos que ya tiene el Impuesto Sobre la Renta significa abrir de nuevo la puerta a la planeación fiscal que hacían las empresas antes de que existiera el IETU.
La reforma Manlio tampoco simplifica el sistema tributario, otro de los objetivos deseables. Al establecer una tasa de IVA de 16% que se convierte en 13% cuando el causante solicita la devolución de 3 puntos porcentuales con las facturas de compra para demostrar que pagó 16% de IVA es introducir a este impuesto una enorme complicación: pago el 16%, pero lo puedo convertir en 13% pidiendo en SHCP una devolución de 3. Horror.
La reforma Manlio se concreta a mover hacia abajo las tasas de ISR e IVA, aparentemente sólo con propósito de popularidad política, dado que ni aumenta la recaudación ni simplifica el sistema.
En realidad estos cambios propuestos sólo benefician a grandes contribuyentes personas físicas y a empresas a las que al eliminar el IETU les permite volver a pagar tasas hasta de 6% de ISR.
Por desgracia, la reforma Manlio no se mete a Regímenes Especiales de Tributación, los que tienen el sector primario y el de transportes con tasas menores de ISR; tampoco toca el tema de la consolidación fiscal de las empresas ni las exenciones en restaurantes o el de la compra de automóviles; desde luego, tampoco el de tasas cero y exenciones del IVA, puesto que no se generaliza y también, ignora el tema de los IEPS.
Es decir, no se trata en realidad de una reforma fiscal; cuando mucho es una gran miscelánea hecha por alguien que no sabe de impuestos, pero que sí huele que si promete bajar impuestos puede lograr adhesiones a un proyecto político.
Hasta el próximo lunes con nuevas…
PERSPECTIVAS.

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