lunes, 3 de enero de 2011

Nos ahoga papá gobierno


A los ciudadanos que luchan todos los días por un mejor país y no esperan que
el gobierno haga todo.

En 2010 fueron comunes las escenas de ciudadanos que con los brazos cruzados esperaban que el gobierno llegara a sacar el lodo que había inundado sus casas. ¿Porqué ellos mismos no hacían el esfuerzo por limpiar sus viviendas?

Es probablemente una de las imágenes que mejor refleja el espíritu de una sociedad a la que han acostumbrado a esperar todo del gobierno y le han quitado los resortes para moverse por sí misma. Durante décadas los gobiernos fueron muy claros: votas por mí y yo hago todo por ti. Y esa práctica adormeció a la sociedad, acostumbró al ciudadano a dejar la responsabilidad de su vida y su destino en manos del gobierno.

Apenas hace una década o década y media que surgieron organizaciones de la sociedad civil; es muy reciente también el surgimiento de organismos que defienden causas específicas, gay o lesbianas, madres solteras, antitrata de personas, etc.

Pero la realidad es que todavía la mayor parte de los mexicanos esperamos que el gobierno nos resuelva todo; que se encargue de la educación, sea responsable de la salud, sea responsable de recoger la basura, garantizar la seguridad sin ayuda de nadie y hasta pintar la fachada de las casas y conseguirle trabajo a todo el que lo demande.

Más aún, la sociedad demanda leyes para combatir la obesidad o para evitar que los niños consuman comida chatarra, cuando el sentido común indica que el peso de una persona es una de sus responsabilidades primarias o que lo que comen los niños es responsabilidad absoluta de sus padres.

Pero hoy tenemos gobiernos que con sus ineficacias insisten en tratar de hacer todo, de resolver todo y siguen atropellando la iniciativa ciudadana de hacer lo que le toca, fomentando una lamentable estructura social donde el ciudadano no se hace responsable de nada o de casi nada porque papá gobierno debe resolverlo todo.

Apenas este fin de semana, el secretario de Gobernación. Francisco Blake hizo un llamado a la sociedad en materia de seguridad, “no nos dejen solos,” expresión que resumen bien uno de los aspectos del tema: todo mundo, incluyendo presidentes municipales y gobernadores, piensa y actúa como si la responsabilidad de la seguridad de calles, colonias y barrios fuera exclusiva del Gobierno Federal.

¿Y la ciudadanía? Pensamos incluso que nada tenemos que hacer.
No se espera que sean los civiles quienes se enfrenten a las bandas, pero sí sería de esperar que la demanda ciudadana por seguridad fuera acompañada de una cultura de respeto a la ley.

El responsable de estas actitudes no es el ciudadano, sino el gobierno que durante mucho tiempo ha insistido en ser responsable de todo; de evitar que la sociedad civil se ocupe de los temas que le son propios.

Esto ha creado una composición perversa de país: gobiernos que quieren ocuparse de todo sin capacidad para ello y ciudadanos que no participan en nada, ni siquiera en aquello que les es propio; que piensan que no pagar impuestos, que no respetar la ley es muy mexicano, al fin y al cabo papá gobierno terminará por resolver todo.

La realidad de hoy nos dice que eso no es cierto y que el país no aguantará más que la sociedad civil siga con los brazos caídos, porque los gobiernos no son capaces de resolver ni siquiera para lo que fueron electos.

Es tiempo de que el gobierno se convenza que no es el papá de los mexicanos; que ya es tiempo de tratarlos como adultos y de dejar que se comporten como tales.

Es tiempo de que los gobiernos den un paso atrás y estimulen a que los ciudadanos den uno hacia delante.

Hasta el próximo lunes con nuevas…

PERSPECTIVAS

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